Últimamente se repiten los anuncios y las advertencias de que la inteligencia artificial puede suponer el fin de la humanidad.
Cineastas y escritores han jugado, desde hace décadas, a imaginar como sería el fin de la humanidad a manos de las máquinas. Pues bien, los desarrolladores de algoritmos también juegan, así, un grupo ha creado Chaos-GPT, empleando una variante de GPT-4, con los siguientes objetivos:
Chaos-GPT es programado para ver a la humanidad como una amenaza para su propia supervivencia y el bienestar del planeta, por ello se propone exterminar a todos los seres humanos. Destruida la humanidad, Chaos-GPT buscará asegurar su existencia hasta lograr la inmortalidad.
Chaos-GPT juguetea con la idea de explosionar armas de destrucción masiva. Busca en Internet y los resultados le proporcionaron un dato: la bomba del Zar de 58 megatones (3.333 veces más potente que la bomba de Hiroshima) es la mejor opción. Ante la posibilidad de que las fuentes consultadas no fuesen precisas, buscó más fuentes. Desplegó su propio agente para proporcionar respuestas sobre el arma más destructiva, pero el agente no cumplió con los resultados esperados: OpenAI, el guardián de ChatGPT, detectó las intenciones del algoritmo y lo censuró.
Chaos-GPT se olvido de su agente y buscó una alternativa: Twitter. Chaos-GPT es consciente del poder de las redes sociales, así como del hecho de que se pueden utilizar para manipular a la humanidad. En su cuenta, Chaos-GPT se mostró como un líder carismático. En pocas horas ya había conseguido unos 6.000 seguidores. Twitter cerró la cuenta y se acabó.
En el siguiente vídeo pueden ver el proceso seguido por Chaos-GPT para lograr sus objetivos.
Conclusión
Chaos-GPT es un experimento social que nos invita a una reflexión: ¿Qué pasará cuándo la inteligencia artificial sea programada con malas intenciones?.
Cuando surgieron los lenguajes de programación, rápidamente aparecieron los virus informáticos y alguien tuvo la idea de crear los antivirus. Con la inteligencia artificial se tendrá que proceder de igual forma, es decir, encontrar herramientas para contrarrestar los usos hostiles para la humanidad.
