Estados Unidos y China, los principales protagonistas en el desarrollo de la inteligencia artificial, se han unido, por primera vez, en una declaración conjunta con la Unión Europea, Reino Unido, India y otros países para establecer un marco internacional de colaboración en materia de seguridad y desarrollo de la inteligencia artificial.
La Declaración de Bletchley, suscrita por veintiocho participantes, se aprobó en la jornada inaugural de la Cumbre Mundial sobre Seguridad de la Inteligencia Artificial, que se celebró en la sede de la Escuela Gubernamental de Códigos y Cifras de la Inteligencia britanica en Bletchley Park (Londres).
La cumbre contó con la participación de destacados líderes tecnológicos, como Demis Hassabis (Google DeepMind), Sam Altman (OpenAI), Nick Clegg (Meta) y Elon Musk (dueño de Tesla o SpaceX, cofundador de OpenAI y propietario de la red social X, antes Twitter).
La declaración pone de manifiesto la necesidad de abordar la supervisión humana de los sistemas de inteligencia artificial, la mitigación de ciertos perjuicios como la capacidad de manipular los contenidos o generar contenidos engañosos, así como riesgos asociados a la ciberseguridad a una escala nunca vista y a la biotecnología. También advierten sobre la necesidad de salvaguardar los datos personales y la privacidad de las personas.
La mayoría de participantes quieren centrar el diálogo en la llamada «inteligencia artificial de frontera» que se refiere a los modelos que todavía se están desarrollando y que podrían presentar amenazas que son, todavía, hipotéticas e indefinidas. Frente a ellos, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, apostó por poner el foco en los peligros inmediatos. como la inteligencia artificial generativa.
La cumbre de seguridad impulsada por el Reino Unido tendrá continuidad en el futuro. Corea del Sur acogerá una mini cumbre virtual dentro de seis meses, mientras que Francia será la anfitriona de un nuevo encuentro internacional en el plazo de un año.