En una audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, celebrada el 23 de julio de 2025, la representante Ayanna Pressley (demócrata por Massachusetts) interrogó al inspector general del Departamento de Seguridad Nacional, Joseph Cuffari, sobre el programa de recolección de ADN de dicho departamento. Las evidencias revelan que se han enviado muestras de ADN de más de 2,6 millones de personas, incluidos niños, al Sistema de Índice de ADN Combinado (CODIS) del FBI, sin consentimiento ni supervisión adecuada. Esta práctica representa una grave violación de los derechos civiles y las libertades de las personas afectadas, especialmente de los niños. Las muestras de ADN recolectadas por el Departamento de Seguridad Nacional se utilizan para analizar perfiles de ADN con fines forenses.
Georgetown Law Center on Privacy & Technology elaboró en mayo de 2024 un informe denunciando el abuso del gobierno federal de sus facultades en materia de inmigración, y es que el Departamento de Seguridad Nacional está recopilando muestras de ADN de los extranjeros detenidos, aunque no se presenten cargos en su contra. Las muestras son almacenadas en el índice «Delincuente» de CODIS de forma indefinida. Los investigadores se preguntan:
- ¿Dónde se almacenan las muestras de ADN?
- ¿Qué medidas de seguridad adoptan para salvaguardar los registros?
- ¿Qué uso está dando a las muestras de ADN? ¿qué uso planean darle en el futuro?
- ¿Con qué frecuencia el ADN que obtienen, sin autorización judicial, se emplea en investigaciones y juicios de carácter penal?
- ¿Los agentes encargados de recolectar el ADN reciben capacitación?
- ¿Cómo se supervisan las actividades de recolección de ADN?
- ¿Existe alguna manera de que las personas afectadas consigan que su ADN se elimine?
En 2025, el Departamento de Seguridad Nacional recibió un presupuesto cercano a 170 mil millones de dólares, convirtiéndola en la agencia de seguridad pública más costosa del país.
Conclusión
Georgetown Law Center on Privacy & Technology, Amica Center for Immigrant Rights y Americans for Immigrant Justice presentaron una demanda contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) por la falta de respuesta a una solicitud amparada en la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) sobre cómo recopilan, almacenan y utilizan las muestras de ADN de los extranjeros detenidos, muchas veces sin orden judicial.
Veremos qué recorrido tiene dicha demanda, pero por el momento, cualquier persona incluida en la base de datos de CODIS estará sujeta, de por vida, a un mayor escrutinio por parte de las fuerzas del orden público de Estados Unidos, donde ser inmigrante se ha convertido en un estigma, con todo lo que ello implica.
Al parecer, también existen evidencias de que se están registrando en CODIS muestras de ADN de ciudadanos estadounidenses, quienes están protegidos por la Cuarta Enmienda contra registros irrazonables. De ser cierto, la recolección forzada de su ADN, sin orden judicial, vulneraría la Cuarta Enmienda.
Como cierre, me gustaría recordar el poema del pastor alemán Martin Niemöller: «Primero vinieron a por los comunistas, y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron a por los sindicalistas, y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron a por los judíos, y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron a por mí, y ya no quedaba nadie para hablar por mi».
No se pierda nuestro podcast sobre el artículo

