Tras 400 artículos publicados en este blog, si tuviera que darles un consejo, a modo de resumen, sería el siguiente:
A las empresas, les diría que no vean la protección de datos como un lastre, más bien al contrario, es un valor añadido que refuerza a cualquier organización, eso sí, siempre que se lo tomen en serio y mantengan, en el tiempo, el compromiso de salvaguardar la información y cumplir los protocolos de seguridad, sin olvidar el valor intrínseco que puedan tener los datos para su negocio.
La protección de datos no es flor de un día, sino una carrera de fondo. Son muchas las empresas que fracasan por falta de esfuerzo y constancia, y eso se traduce en una nefasta gestión de la información. Lo peor es que muchas empresas se esconden tras una falsa apariencia de legalidad (avisos legales, petición del consentimiento para el tratamiento de datos, etc.) pero si rascas un poco, detrás no hay nada, como esos delegados de protección de datos que actúan por cuenta de decenas o cientos de clientes, si bien son meros convidados de piedra que cobran por figurar.
A las empresas, también les diría que inviertan en ciberseguridad. No hay organizaciones exentas de riesgos. Sale más caro reparar el daño que remediarlo, y eso cuando el daño es reparable. Aunque sea una cantidad pequeña, todos los años, reserven una partida económica para ciberseguridad. Más vale poco que nada.
A los particulares, les diría que no faciliten sus datos personales a cualquiera y de cualquier manera, que se informen quién gestiona su información personal y que sean celosos de su intimidad personal y familiar. No la expongan de forma innecesaria en redes sociales, menos aún cuando afecta a menores.
Espero que este blog les sirva para tomar conciencia de la importancia que tiene proteger nuestra información personal y la del resto de personas porque la privacidad es una empresa colectiva.
