Napoleón Bonaparte dijo: «China es un gigante dormido. Dejadlo dormir, porque cuando despierte, el mundo se sacudirá». Lo dijera o no, lo cierto es que China ha despertado y el mundo se sacude.
La transformación de la República Popular China se inició con las Cuatro Modernizaciones: Agricultura, Industria, Defensa nacional y Ciencia y tecnología. Este plan se implementó en 1978 tras la muerte de Mao Zedong y ha sido fundamental para el desarrollo económico del país.
China no se conforma y busca consolidar su posición como líder económico y tecnológico a través de políticas como Made in China 2025 (MIC2025) que fue presentado en 2015. Este plan es parte de una serie de estrategias decenales destinadas a convertir a China en la primera potencia mundial para el centenario de la República Popular que se celebrará en 2049.
China quiere ser autosuficiente, impulsando la innovación, la calidad de sus productos y la eficiencia en diez industrias clave:
- Tecnología de la información avanzada: semiconductores, inteligencia artificial, redes 5G y otras tecnologías de comunicación.
- Robótica y maquinaria automatizada: robots industriales y sistemas de automatización.
- Equipamiento aeroespacial y aeronáutico: tecnología espacial, aviones avanzados y drones.
- Ingeniería naval y transporte marítimo: buques y equipos marítimos de alta tecnología.
- Equipos de transporte ferroviario: trenes de alta velocidad y sistemas ferroviarios avanzados.
- Nuevas energías y vehículos de bajo consumo: energías renovables, tecnologías de eficiencia energética y vehículos eléctricos.
- Equipos eléctricos: maquinaria y dispositivos eléctricos de última generación.
- Equipamiento agrícola: modernización de maquinaria y tecnología para la agricultura.
- Nuevos materiales: materiales avanzados como aleaciones ligeras y nanomateriales.
- Productos biofarmacéuticos y dispositivos médicos avanzados: innovación en medicamentos, biotecnología y equipos médicos de alta tecnología.
En gobierno chino está invirtiendo masivamente en innovación para tratar de reducir su dependencia de tecnologías extranjeras, especialmente en áreas críticas como los semiconductores y la inteligencia artificial. Para lograrlo prevén la creación de 40 centros de innovación nacionales y 48 provinciales.
En sectores estratégicos como la energía, automoción, tecnología y defensa, las empresas extranjeras están obligadas a formar una joint venture con socios locales para interactuar en el mercado chino. La transferencia de conocimientos (know-how y procesos tecnológicos) es legítima. Empresas de todo el mundo convirtieron a China en la «Fábrica del mundo», aprovechando los bajos costes de fabricación, principalmente salariales, y China supo aprovechar la oportunidad para aprender de ellas, y no solo han aprendido cómo se hace, sino que han mejorado el producto «Made in China». Un buen ejemplo son los vehículos eléctricos.
China tiene claro que debe invertir en áreas clave como infraestructuras, educación, salud, innovación, medio ambiente y desarrollo regional. Para ello existen los Fondos de Orientación del Gobierno (GGF por sus siglas en inglés), en los que el gobierno aporta una parte del capital, incentivando a inversores privados a participar.
Otra lección que debemos aprender de China es cómo atraen talento en cualquier lugar del mundo. Por ejemplo, ByteDance (TikTok) tiene oficinas en Los Ángeles, Mountain View, Sao Paulo, Tokyo y Mumbai.
Líderes globales
China es un líder global en varios sectores, destacando en manufactura y tecnología con marcas como Huawei, Xiaomi y Lenovo. Además, domina el mercado de drones civiles con DJI y es un actor clave en el desarrollo de redes 5G, inteligencia artificial y semiconductores, aunque aún depende de importaciones en este último sector.
En el ámbito de energías renovables y sostenibilidad, China es el mayor productor de paneles solares y turbinas eólicas con empresas como JinkoSolar y Goldwind. También es el principal fabricante de baterías para vehículos eléctricos, gracias a compañías como CATL. Además, controla más del 80% de la producción global de tierras raras, esenciales para tecnologías verdes y electrónica.
También destaca en el desarrollo de infraestructuras. Es líder en la construcción de ferrocarriles de alta velocidad, puertos y aeropuertos y su «Iniciativa de la Franja y la Ruta» expande su influencia en más de 70 países.
Compañías como Alibaba dominan el comercio electrónico con sistemas de pago propios como Alipay o WeChat Pay de Tencen. Esta integración entre comercio electrónico y pagos digitales ha consolidado a China como el mayor mercado de comercio electrónico del mundo, con un valor que supera los dos billones de dólares anuales.
Conclusión
Si China es un gigante que ha despertado de un largo letargo, la Unión Europea parece un anciano cansado, debilitado por sus luchas internas y su incapacidad para trazar un rumbo claro a largo plazo.
China tiene un plan a largo plazo y bien estructurado, a diferencia de la Unión Europea cuyos planes son cortoplacistas o de Estados Unidos que cambia de rumbo en función de quien ocupe el sillón de Casa Blanca.
La Administración Trump está erosionando, cuando no rompiendo, los tradicionales vínculos con el viejo continente en su búsqueda de políticas proteccionistas, lo que ha exacerbado las dificultades económicas de la Unión Europea.
La economía europea está estancada desde hace años, con Alemania y Francia enfrentando desafíos significativos, como recesiones y crisis políticas. En este contexto, no sería una mala idea forjar nuevas alianzas con China.
Volkswagen y BMW lo han entendido y han suscrito alianzas con CATL, el mayor fabricante de baterías para vehículos eléctricos del mundo. Volkswagen también ha reforzado la cooperación con sus socios locales (Xpeng, SAIC, FAW, Horizon Robotics y Thundersoft) para el desarrollo de nuevas plataformas eléctricas. TotalEnergies firmó un acuerdo de cooperación estratégica con Sinopec para aprovechar las oportunidades que surgen de la experiencia particular de cada compañía.
La Unión Europea también debe despertarse y definir un rumbo claro o estamos perdidos y no queda mucho tiempo para reaccionar.