No difundan en redes sociales la imagen de otras personas si no tienen su consentimiento.
Es una cuestión de respeto y educación, y también de derecho, pues las personas tenemos derecho a que se respete nuestra intimidad e imagen. Si una persona no quiere que se difunda su imagen, respeten su deseo y no olviden que como responsables del tratamiento deben cumplir la normativa de protección de datos personales, pudiendo ser sancionados por la AEPD en caso de incumplimiento.
No es necesario incomodar a nadie por el hecho de verse forzado a decir «no quiero que publiques mi imagen». Reflexionen sobre ello…
Que no les pase lo que a Rodolfo y el arroz con leche que por una broma entre amigos acabó con su imagen convertida en un meme de Internet. En un artículo publicado en El Cofidencial, que dejo enlazado aquí, se resume su historia.