No difundan en redes sociales la imagen de otras personas si no tienen su consentimiento.
Es una cuestión de respeto y educación, y también de derecho, pues las personas tenemos derecho a que se respete nuestra intimidad e imagen. Si una persona no quiere que se difunda su imagen, respeten su deseo y no olviden que como responsables del tratamiento deben cumplir la normativa de protección de datos personales, pudiendo ser sancionados por la AEPD en caso de incumplimiento.
No es necesario incomodar a nadie por el hecho de verse forzado a decir «no quiero que publiques mi imagen». Reflexionen sobre ello…