La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó, mediante Resolución de 22 de septiembre de 2024, el Pacto para el Futuro, cuyo texto dejo enlazado aquí. Nos vamos a centrar en el Anexo I que se refiere al Pacto Digital Global.
La ONU quiere «conseguir un futuro digital inclusivo, abierto, sostenible, justo y seguro para todos». En el Pacto Digital Global se enuncian los objetivos, los principios, los compromisos y las acciones para lograrlo, fuera del ámbito militar, que queda fuera de control (como siempre).
Para cumplir los objetivos, la ONU propone:
- Eliminar todas las brechas digitales.
- Ampliar la inclusión en la economía digital.
- Fomentar un espacio digital inclusivo, abierto y seguro que respete, proteja y promueva los derechos humanos.
- Promover enfoques de la gobernanza de datos que sean responsables, equitativos e interoperables.
- Mejorar la gobernanza internacional de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad.
- Fomentar la sostenibilidad ambiental.
Una de los principales objetivos es: «Abordar los riesgos que suponen para el sostenimiento de la paz la desinformación, las informaciones erróneas, el discurso de odio y los contenidos que incitan a hacer daño, incluidos los contenidos difundidos a través de plataformas digitales, respetando al mismo tiempo el derecho a la libertad de expresión y a la privacidad y garantizando un acceso sin trabas a Internet de conformidad con el derecho internacional, la legislación interna y las políticas nacionales». Es un objetivo loable. Lo que no me gusta es que se diga que «las plataformas de medios sociales permitan a los investigadores acceder a los datos, con salvaguardias sobre la privacidad de los usuarios, con el fin de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas al recopilar datos sobre el modo de hacer frente a las informaciones erróneas, la desinformación y el discurso de odio que puedan servir de base para las políticas, normas y mejores prácticas gubernamentales y sectoriales». Son los tribunales de justicia los que deben juzgar y perseguir los mensajes de odio, no los gobiernos.