La Comisión Europea y la Red de Cooperación para la Protección de los Consumidores (Red CPC), compuesta por las autoridades nacionales de protección de los consumidores de veintitrés Estados miembros, Noruega e Islandia, con fecha 30 de enero de 2023 publicaron los resultados obtenidos tras un barrido o cribado de sitios web de venta minorista. Se examinaron un total de 399 tiendas online de comerciantes minoristas con ventas que van desde productos textiles hasta electrónicos.
El barrido también se centró en tres tipos de prácticas manipuladoras que se sabe que impulsan a los consumidores a tomar decisiones que pueden no resultarles beneficiosas: los «patrones oscuros» que están prohibidos por la nueva Ley de Servicios Digitales.
Son ejemplos de «patrones oscuros» los siguientes:
- Temporizadores con cuenta atrás falsos con plazos para la compra de productos específicos.
- Interfaces creadas para inducir a los consumidores a determinadas opciones o suscripciones de productos, ya sea a través de su diseño o del lenguaje utilizado.
- Información importante oculta o escasamente visible, como información relativa a los costes de entrega, la composición de los productos o la disponibilidad de una opción más barata.
La Comisión Europea está recabando opiniones, a través de una consulta pública abierta hasta el 20 de febrero de 2023, sobre tres directivas relacionadas con la protección de los consumidores a fin de determinar si garantizan un elevado nivel de protección en el entorno digital:
- La Directiva 2005/29/CE, sobre las prácticas comerciales desleales.
- La Directiva 2011/83/UE, sobre los derechos de los consumidores.
- La Directiva 93/13/CEE, sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores.
A las anteriores normas, se une la Directiva (UE) 2019/2161, sobre la mejora de la aplicación y la modernización de las normas de protección de los consumidores de la Unión que modifica los instrumentos del Derecho de la Unión Europea en materia de protección de los consumidores para incrementar la transparencia en las compras online.
Conclusión
Las prácticas abusivas, malintencionadas y perversas, cuyo fin sea confundir, engañar o estafar a los consumidores deben ser perseguidas. Así que cualquier iniciativa al respecto me parece interesante y digna de seguimiento.