George Orwell escribió una de las novelas distópicas más influyentes de la literatura mundial: «1984». La obra fue escrita entre 1947 y 1948, cuando Orwell ya estaba gravemente enfermo de tuberculosis, y se publicó al año siguiente, pocos meses antes de su muerte.
La novela de Orwell tiene dos precedentes, en los cuales, es muy probable que se inspirara el autor: «Nosotros» (1920) de Evguenii I. Zamyatin y «La noche de la esvástica» (1937) de Katherine Burdekin que fue publicada con el seudónimo de Murray Constantine.
Sinopsis
La trama de «1984» se ambienta en Londres, que pertenece a la Franja Aérea 1 de Oceanía, un estado totalitario que comprende Gran Bretaña, América, Australia y el sur de África, en un mundo dividido en tres grandes potencias: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental, que se encuentran en un estado de guerra perpetua.
El protagonista –Winston Smith– trabaja en el Ministerio de la Verdad. Se ocupa de la «reescritura del pasado» para ajustarlo a la narrativa del Partido INGSOC (acrónimo de «Socialismo Inglés»). La libertad individual es inexistente. El «Gran Hermano» lo vigila todo.
En el Ministerio, conoce a Julia, una joven rebelde, con quien inicia una relación amorosa clandestina. Juntos buscan momentos de intimidad en una habitación alquilada a Mr. Charrington, el dueño de una tienda de antigüedades. Lo que no sabían es que este era un miembro de la Policía del Pensamiento que terminará traicionándoles.
En el Ministerio, Winston se acerca a O’Brien, un miembro del Partido que le hace creer que pertenece al movimiento de resistencia llamado «La Hermandad». Atraídos por la idea de unirse a la resistencia, Winston y Julia caen en la trampa, sin sospechar que O’Brien es en realidad un agente leal al régimen.
O’Brien se convierte en el torturador de Winston en el Ministerio del Amor, demostrando que incluso aquellos que parecen ser aliados pueden ser instrumentos de opresión.
Finalmente, Winston y Julia son doblegados, perdiendo su amor mutuo y reemplazándolo por el amor incondicional al «Gran Hermano».
De actualidad
Orwell nos presenta un mundo completamente deshumanizado. Las claves para lograrlo son control social, pérdida de libertades individuales y opresión de la ciudadanía.
La vigilancia masiva resuena hoy más que nunca. Recordemos el programa de recolección masiva de datos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos conocido como PRISM (acrónimo de «Protect, Respond, Inform, Secure, Monitor») o el proyecto de la Unión Europea conocido como ChatControl.
La manipulación de la información a través del Ministerio de la Verdad es otro de los ejes de la novela. No parece tan lejano cuando observamos cómo la desinformación puede moldear la opinión pública y el discurso político en la actualidad. Recordemos el escándalo de Cambridge Analytica.
En la novela, los ciudadanos visionan diariamente una película de dos minutos de odio, en la que se muestran imágenes de los enemigos del Partido, en especial, del líder disidente Emmanuel Goldstein. De un tiempo a esta parte podemos observar una tendencia muy preocupante hacia el radicalismo y la polarización de nuestra sociedad, fomentando un clima de hostilidad, en el que se hace difícil lograr el consenso necesario para abordar los desafíos comunes de la humanidad.
Conclusión
Orwell nos recuerda los peligros del poder autoritario y la importancia de preservar nuestra libertad, así como el pensamiento crítico.
Si no han leído la novela se la recomiendo. También pueden ver las adaptaciones cinematográficas. La primera, de 1956, protagonizada por Edmond O’Brien, que dejo enlazada aquí, y la segunda, de 1984, protagonizada por John Hurt. También hay una interesantísima versión televisiva en directo de «BBC Sunday–Night Theatre» que dejo enlazada aquí.
También les recomiendo el libro titulado «Mundo Orwell: Manual de supervivencia para un mundo hiperconectado» de